sábado, 8 de enero de 2011

FALLA DEL SISTEMA


If real is what you can feel, smell, taste and see, then
“real” is simply electrical signals interpreted by your brain.

MORPHEUS –Matrix













EN LAS PÁGINAS del matutino “Der Angriff” las noticias eran poco alentadoras. Las letras góticas anuncian que un nuevo motín estaba en marcha. Los que no habían conseguido el ankh libertadora reclamaban con violencia su derecho a emigrar a las Colonias marcianas. Los transbordadores eran insuficientes y los pases caducan con el advenimiento del año nuevo. La Radio Libre relataba los actos de terrorismo como partidos de fútbol. En los pocos bares que permanecen abiertos ya se trafican apuestas sobre la supervivencia de este XIII Reich pusilánime y corrupto.

Thomas Archer busca unos hielos en el refrigerador. Tienen forma de rodaja de limón. Aún atesora con raída nostalgia el recuerdo de los limoneros que había en el huerto de su abuelo. Eran tan reales. ¿En dónde está el sabor del limón, en el fruto o en la lengua? - le preguntaba el viejo, para demostrar la erosión de la realidad más allá de la experiencia sensible. El tintinear de los cubitos dispersa la evocación. Afuera, las nubes violetas anuncian más lluvia. La Tierra ya no es lo que era. Llena el vaso con la habitual mezcla de whisky y medio litro de opio sintético. Son las 7 a.m. y en su cabeza una voz seráfica le imparte las instrucciones de la jornada. La primera vez que escuchó voces tuvo vértigo, no obstante se acostumbró muy rápido. Tenía que desconectar El Atalaya, artificio de consciencia colectiva ideado con fines recreativos pero que pronto se volvió una adicción global. Aunque es el curador del sistema no le parece mal. Mantener semejante esfuerzo coreográfico para unos pocos se ha vuelto un dispendio innecesario.

Husmea en las pantallas. Algunos creen asistir a un concierto de aguas danzantes. Otros pretenden revivir batallas de dudosa épica. Estos, se proyectan a extravagantes orgías. Aquellos, impostan devoción ante dioses ciegos. Siempre despreció ese catálogo de simulacros anestésicos. Aliviado, inserta los parámetros de supresión permanente y antes de ejecutar el comando, mira por última vez en El Atalaya. Y lo inaudito sucede. Desde la pantalla central, un androide idéntico a sí mismo le pregunta: ¿en dónde está el sabor del limón? Lo último que ve es a ese otro Archer sonriéndole al apretar “enter”.




© Pablo Martínez Burkett, 2010

 
 
El presente texto fue publicado en la edición # 107 (enero-febrero 2011) de la Revista miNatura, revista digital de lo breve y lo fantástico. Este número estuvo dedicado al Universo Philip K. Dick.

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