Un número de colección de
mi alma mater, la Revista Digital miNatura dedicado a las distopías.
Distopía es una palabra
cuyo significado, si no nos preguntan, lo sabemos con claridad pero si nos
preguntan, se torna más elusivo y claudicante. Definido como lo opuesto de
utopía, alude en general a un mundo futuro, pero no tanto, donde las cosas son
peores (aún) que las actuales, no pocas veces con gobiernos unificados y
tiránicos, situaciones de extenuación poblacional, alguna catástrofe reciente
(o inminente) y más o menos larvado, un movimiento de resistencia y cambio.
El cine de los últimos
tiempos es superabundante en escenarios distópicos. Clásicos como 1984 de
George Orwell o Farenheit 451 de Ray Bradbury por no citar mi favorita
lejos, "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?" de Philip
K. Dick (el "Blade Runner" de Ridley Scott) han sido adaptadas con éxito a la pantalla grande y contribuido a difundir el concepto. Como bien dicen
los editores, Ricardo Acevedo y Carmen Rosa Signes, uno tiene serios problemas
para delimitar un universo que ha permeado sus estereotipos por toda la
iconografía actual.
Como viene sucediendo
desde varios números atrás, la revista también se presenta en una edición bilingüe español-inglés, aspirando a
extender el horizonte de lectores entre el público anglosajón.
El número abre con un
reportaje de Cristina Jurado al increíble ilustrador Paul Gerrard (que entre
otras cosas, se mete con mi amigo Pinhead, reflotando la franquicia de
Hellraiser...).
En
cuanto a los relatos, los hay muchos y bien variados. De los amigos, la propia
Cristina con el exquisito "A pares". Es exquisito. Violeta
Balian (aprovecho para agradecer la gran mano que me dio en el fine tunning de
mi traducción) nos regala el inquietante "Cambio de piel"
donde asistimos a la reunión de una familia de imposibles arlequines. Carmen
Rosa Signes Urrea con "Résistance" logra que ciertas
modificaciones en la paleta de colores sean suficientes para contar todo un
abismado mundo. José María Marcos se luce con “Utopía”, una melancólica parábola sobre lo que extraviamos
definitivamente y los ritos por preservar lo inasible. Patricia Nasello cuaja con
“Monos silvestres” la mejor pesadilla de Darwin. María José Madarnás Álvarez se
prodiga en dos cuentos. “La inocencia” es tremendamente triste. No tanto por lo
que cuenta sino por la abrumadora certeza de estar frente a una profecía. Y con
“La inexistencia”, nos recuerda los
permanentes esfuerzos de organizaciones y estados por reescribir la historia a partir
de un relato edulcorado. Carlos Díez,
nos llama la atención con su “Ingeniería
moral”, una severa denuncia sobre las sucesivas ablaciones que consentimos
al poder de turno en aras de un supuesto bienestar que nunca llega.
De
mi “Ejercicio de visión remota”, ("An exercise of remote viewing" en su versión inglesa) simplemente diré que es una suerte de precuela de "Mondo Cane" (publicado en 2010
en la miNatura # 102), donde nos enteramos un poco más sobre la Secta de los
Filósofos y sus actos de sedición contra la Corporación Orwell y la red
neuronal de implantes Griffin.
Las
ilustraciones cumplen con el imposible cometido de superarse con cada edición.
Y en la Biblioteca del Nostromo, una yapa: referencias a las otras dos revistas
que tan generosamente me hospedan: PROXIMA de Argentina y Cosmocápsula de
Colombia.
Un
número por demás de logrado. Los invito a leer y disfrutar. Muchas gracias.
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