lunes, 25 de noviembre de 2013

LOS OJOS DE LA DIVINIDAD y el llamado "fantástico rioplatense"



LOS OJOS DE LA DIVINIDAD en Alamut Libros 
Borges 1985- Palermo Soho- Ciudad Autónoma de Buenos Aires - Argentina





Alguien con genuina y transparente inquietud me preguntó este fin de semana: 

- ¿Y qué es eso del “fantástico rioplatense” que dicen que vos escribís?

De manera harto simple, intento responder algo sobre el extrañamiento de lo cotidiano, la irrupción de lo ilusorio, el fraccionamiento de la realidad, en fin, la articulación entre la realidad de los personajes, la realidad oscilante de eso que llamamos realidad, la irrealidad del lector.

- Ah… -suspiró resignado- ¿y nunca se te ocurrió escribir algo más… de todos los días, de lo que le pasa a la gente “real”? (traduzco: reproducción minuciosa de la “realidad”, verismo fotográfico, estudio documentado de la sociedad, realismo de novela decimonónica). 

Comprendí que nuestros conceptos de “realidad” eran bastante divergentes. Y me acordé de una de las clases de Cortázar sobre la literatura fantástica: 

Desde muy niño lo fantástico no era para mí lo que la gente considera fantástico; para mí era una forma de la realidad que en determinadas circunstancias se podía manifestar, a mí o a otros, a través de un libro o un suceso, pero no era un escándalo dentro de la realidad establecida". 

"Creo que yo era ya en esa época profundamente realista, más realista que los realistas puesto que los realistas aceptaban la realidad hasta cierto punto y después todo lo demás era fantástico. Yo aceptaba una realidad más grande, más elástica, más expandida, donde entraba todo” (Cortázar, Julio. "Clases de Literatura. Berkeley, 1980", Alfaguara, Buenos Aires, 2013, pág. 50).



Para mí, el concepto de realidad implica una realidad ampliada, inclusiva de otras muchas realidades, contiguas, laterales, superpuestas. Y sobre eso escribo.

Muchas gracias.

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