EL AMANECER DE NOÉ
por ERNESTINA MARTÍNEZ BURKETT
script doctor Pablo Martínez Burkett
Lo que voy a
contarles es una historia que nadie olvidará en los próximos años. Sucedió
cuando los médicos finalmente encontraron la cura de la enfermedad mortal que
paralizó al mundo entero.
Así que abran sus corazones y aprendan sobre la época más gloriosa que se recordará por siempre. Escúchenme. Escuchen con cuidado. Aquí comienza la historia.
Cuando apareció
el Covid-19, nadie sabía cómo solucionarlo. Algunos gobiernos aplicaron duras
restricciones. Otros no. No importa lo que decidieron, la población se enfermó o se
murió igual.
La gente tampoco
sabía cómo responder a la nueva situación. Algunos se mantuvieron en
cuarentena. Otros comenzaron a exigir el retorno de sus libertades. Nadie sabía
dónde estaba el justo equilibrio entre la vida y la muerte. Los ciudadanos empezaban a
cansarse de los controles médicos, la policía en las calles y los militares
acordonando las ciudades. Muchos perdieron sus trabajos. Algunas personas
comenzaron a pedir comida.
Entonces, un
hombre llamado Noé, que vivía en un asilo de ancianos, tuvo una pesadilla. Esto
es lo que soñó en ese mal sueño:
"Un
soldado le disparó a una niña que cruzó las alambradas para buscar comida.
Millones lo vieron en vivo, y millones reaccionaron en sus casas. Una pequeña
chispa que pronto se convirtió en un volcán. La gente tomó las calles, la
gente contra la gente, la gente contra los gobiernos, los países contra países.
Una guerra mundial como nunca antes se había visto. Los que no murieron en la
guerra murieron de enfermedades que se hicieron más fuertes cada día. Muy pocos
sobrevivieron. Muy pocos ".
Fue un sueño
espantoso, el anciano quería despertar, pero no pudo y siguió soñando.
"Los
supervivientes empezaron a organizar lo que quedaba. No había dinero, comida ni
agua. No había escuelas. La humanidad tuvo que empezar de nuevo: criar
animales, cultivar plantas, rescatar perros y gatos, así como libros de primeros
auxilios y aprender porque no había escuelas ".
"En un
país sin nombre, una pequeña comunidad decidió ofrecer el gobierno a un consejo
formado por niños. Los llamaron "Los 7 pequeños sabios" porque eran siete.
No eran ni los más inteligentes ni los más valientes. Eran los que tenían el
corazón más grande".
Y luego el
sueño se desvaneció. Eso fue lo que Noé soñó.
Cuando el
anciano se despertó, emocionado y triste, escribió la historia porque estaba viejito y tenía muy mala memoria. Una enfermera lo leyó y decidió enviar una carta al periódico
local contando el sueño de Noé. El Centinela, que así se llamaba el diario, lo
subió a la red; a los lectores les gustó la idea, y el boca a boca viajó por
todo el mundo. “Un consejo de niños”, la gente empezó a pensar. No parece una
mala idea. En absoluto; decían. Le hicimos tanto daño al mundo. Nos merecemos
algo nuevo, algo puro. Y cada ciudad eligió una asamblea infantil para decidir
el futuro.
Aquí, donde
vivo, ya tenemos el nuestro. Y una de las primeras decisiones que tomaron fue
cambiar el nombre del pueblo. Lo llamaron: "El amanecer de Noé".
Pero esa es otra historia.
© Ernestina Martínez Burkett, 2020
NOAH'S DAWN
by ERNESTINA MARTÍNEZ BURKETT
script doctor Pablo Martínez Burkett
What I am about to tell you is a story that nobody
will forget in the years to come. It happened when doctors finally found the
cure for the fatal disease that paralyzed the whole world.
So open your hearts and learn about the most glorious
age that will be remembered forever.
Listen to me. Listen carefully. Here the story begins.
When the Covid-19 appeared, no one knew how to deal
with it. Some governments applied hard restrictions. Others did not. No matter
what they decided, people got sick or died either way.
Nor did people know how to answer the new situation.
Some kept themselves in quarantine. Others began to demand the return of their
liberties. No one knew where the right balance between life and death was.
People started to get tired of health checks, police on the streets, and the
military cordoning off cities. Many lost their jobs. Some folks began to ask
for food.
Then a man named Noah, who lived in a nursing home,
has a nightmare. This is what he saw in his bad dream:
"A soldier shot a girl who crossed the barrier to
search for food. Millions saw it live, and millions reacted at home. A small
spark that soon became a deadly volcano. People took the streets, people
against people, people against governments, countries against countries. A
world war like never seen before. Those who did not die in the war died from
diseases that grew stronger every day. Very few survived. Very few".
It was an awful dream, the elder wanted to wake up,
but he could not and keep dreaming.
"The survivors began to organize what was left.
There was no money, food, or water. There were no schools. Humankind had to
start all over again: raise animals, grow plants, rescue cats and dogs as well
as rescue books and learn because there were no schools".
"In a no-name country, a small community decided
to offer the government to a council made up of children. They were called
"The 7 Wise Little Ones" because they were seven. Young people were
neither the smartest nor the toughest. They were the ones with the biggest
hearts".
And then the dream vanished. That was what the man dreamed
about.
When the elder woke up, thrilled and sad, he wrote the
story because he had a bad memory. A nurse read it and decided to send a letter
to the local newspaper telling Noah's dream. The Centinel uploaded it to the
network; readers liked the idea, and word of mouth, traveled around the world.
A council of kids, people started to think. It was not a bad idea at all; they
were saying. We did this to the world. We deserve something new, something
pure. And each city chose a children's assembly to decide the future.
Here, where I live, we already have ours. And one of
the first decisions they made was to rename the village. They called it:
"Noah's Dawn."
But
that is another story.
© Ernestina
Martínez Burkett, 2020
¡Me encanta la historia! Y me encantaría saber más sobre ese pueblo.
ResponderEliminarMe gusta mucho como está escrito, tiene frases contundentes y que hacen pensar. La temática es real y cercana, me enganchó desde el principio.
No dejes de escribir, tienes mucho talento y tus palabras transmiten claridad de pensamiento, inteligencia a raudales y empatía.
Esperemos que el sueño de Noé traiga un futuro más puro y limpio para este mundo que está sufriendo tanto.
Nunca subestimemos a los niños, son nuestro brillante futuro. Yo veo en tu futuro muchas historias maravillosas por leer, espero que las compartas con el mundo y nos hagas disfrutar de momentos de disfrute con ellas.
Genial total! hermoso cuento y hermosa idea!
ResponderEliminar¡Excelente relato! Hacés un muy buen uso de los recursos narrativos. Además, desarrollás una idea original y sensible en un contexto real como el de la pandemia. ¡Los ancianos y los niños tienen el corazón abierto y de ellos tenemos que aprender!
ResponderEliminar¡Ojalá sigas escribiendo!
Muy lindo relato, me encantó lo de la asamblea de los niños. El sueño de Noé advierte de la responsabilidad negativa de parte de los adultos en hacer este mundo. Bien escrito. Me encantaría saber que pasó después da para otro relato! Seguí escribiendo!
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEspectacular cuento, Ernestina!!!!!!
ResponderEliminarQue lindo seria si los adultos tuvieramos el corazón limpio de los niños, o mejor aún, si escucharamos mas a los niños!!!
Un fuerte abrazo para vos, tu mami, y para tu papá, un gran babero
Soy Luis, de Pringles
Buenísimo! Me gustó mucho el relato! Felicitaciones!
ResponderEliminar¡Enhorabuena Tini! La imaginación al poder, y sin duda quienes más imaginación tienen son los niños, así que ¡los niños al poder!
ResponderEliminarEsto nos tiene que servir a los adultos para darnos cuenta de que no debemos dejar de mirar el mundo con ojos de niños, para seguir obrando con inocencia y asombrándonos por todo lo que nos pase.
Has escrito muy bien tu relato, creando expectación al principio y desarrollando una idea muy bonita a partir de un sueño, un sueño que une la sabiduría de la vejez con la inocencia de la infancia.
¡Sigue así!
Me ha encantado ! Muy buena historia ! Espero que sigas escribiendo ✍️!
ResponderEliminarQue maravillosa historia y que bien contada.
ResponderEliminarMuy bien escrita,tanto que me he sumergido de lleno y me he quedado con ganas de más. Ya espero el segundo capítulo y el tercero y el cuarto,...y un montón de historias más sobre Amanecer de Noé y su consejo de pequeños sabios.
Felicitaciones. Tienes madera de escritora. Sigue sorprendíendonos.
Maravilloso. Hay un futuro ahí. Lo he subido a Facebook.
ResponderEliminarRoberto Bardini
Felicitaciones Tinie!!! Muy buen relato
ResponderEliminarQué hermosura esa historia. Y qué buena idea lo del consejo de niños. Seguro nos iría mejor si la implementáramos. ¡¡Seguí escribiendo!!
ResponderEliminarQué gran idea la del consejo de los niños. Al fin y al cabo, la mayor movilización en pro del cuidado del ambiente, lo logró Greta, una niña sueca. Y quiénes se movilizaron con sus sólidos argumentos: otros niños. Celebro la idea y que se publique en el diario local. Abrazo!
ResponderEliminarQue hermoso relato "Infanta"!!! Los q te leemos te elegimos y premiamos. No hay mejor premio para una escritora que los lectores se sientan atrapados con tu historia! Adelante, sigue con tus relatos!!!!
ResponderEliminarQue hermoso relato "Infanta"!!! Los q te leemos te elegimos y premiamos. No hay mejor premio para una escritora que los lectores se sientan atrapados con tu historia! Adelante, sigue con tus relatos!!!!
ResponderEliminarQué precioso relato!! Me gusta mucho cómo está contado. Ademas, es esperanzador. Un consejo formado por niños, maravilloso. ¡¡Felicitaciones, Ernestina!!
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