lunes, 9 de marzo de 2015

EL AUTOR INVITADO: Carolina Quiroga



DISQUISICIONES ACERCA DEL CASTIGO Y DE LA RELIGIÓN




De la escuela católica me quedaron ciertos ritos, miedos e ideas. Por ejemplo, aunque yo no crea en dios, no por eso dejo de rezar en ciertas ocasiones; no me doy cuenta, simplemente lo estoy haciendo. O cuando estoy explicando algo de literatura que se relaciona con la Biblia les lanzo a mis alumnos muy de mal humor un: ¿No hicieron el catecismo ustedes? Pero una de las cosas que nunca me pude sacar de la cabeza es la de idea de un dios vengador. Recuerdo que la madre de un querido amigo solía repetir a modo de amenaza: ¡Pero hay un dios! La idea del castigo me fue difícil de quitar en todos estos años. Mi relación con la religión estuvo rodeada de muchos momentos de confusión y una curiosidad nunca satisfecha. Yo veía una imagen en mi libro de catequesis y le preguntaba a mis compañeras: ¿Este es Jesús o es dios? -Jesús y dios son el mismo, respondían invariablemente, y yo quedaba con menos certezas que antes. ¿Cómo podía ser que Jesús iba a tener la misma cara que su padre? ¿Pero no era que dios no se veía? ¿Quién había sido el afortunado de haberle visto el rostro? Por las noches me daba terror pensar en que podían aparecerse ante mí Jesús o la virgen. Pensaba en ese momento, ¿qué haría yo, gritaría, lloraría de emoción o de miedo? Rezaba para que no se me aparecieran nunca, como bien lo había leído en los libros de los santos. Debo decir que siempre me quejaba mucho de los regalos que me solía hacer mi exsuegra: trapos de piso, juegos de ballerina, bolsas de basura y trapo, jabones, desodorantes y cosas por el estilo. Jamás faltaron a mi cumple, ni ella ni su madre y siempre venían con regalos, fuesen los que fuesen. Este año fue el único que no festejé con nadie. Mis hijos saben que es mi cumple porque les digo: che, hoy es mi cumple. Mis padres tampoco vinieron, uno porque me ve siempre y el otro, porque no sabía si yo estaba. Me la pasé sola y sin regalos. Claro que recibí muchas salutaciones por facebook, gracias a dios! Dios me castigó por haber renegado de aquellos regalos. Si los hubiera aceptado como lo que realmente eran: muestras de cariño y cortesía, hoy lo estaría recibiendo gustosa. Y justo mi trapo de piso ahora se arruinó por entero. No existe un dios para mí, eso está clarísimo, desde el día en que nací. Porque como dijo Vallejo, Yo nací un día... Y me lo hace pagar.


© Carolina Quiroga


CAROLINA QUIROGA



Mi nombre es Carolina Quiroga, tengo 41 años, soy profesora de Castellano, Literatura y Latín. Madre de dos hijos peculiares, ex esposa de un marido peculiar. Trabajo en 5 escuelas, tengo 8 cursos distintos. Participé de joven en la antología "Angeles de sobremesa" y no tengo obra editada. Leo en donde me invitan y socializo mis escritos por facebook.





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