El instante es el equívoco en que el tiempo y la eternidad se tocan.
Søren KIERKEGAARD - El Concepto de la Angustia
SÚBITAMENTE REPARO EN las baldosas de mi baño. Siempre han estado ahí, existen desde que construimos la casa. O aún antes, desde que fuimos a elegirlas en el corralón; o aún antes, desde que su fabricante las puso en las cajas; o aún antes, cuando eran arcilla fresca; o aún antes, cuando alguien las imaginó en su tablero de diseño. Siempre han estado ahí y recién ahora vengo a notar su presencia, baldosas de mi baño, con su simétrica composición de ajedrez monocromo.
Una a una, me detengo a recorrer sus aristas, sus ángulos rectos, sus conjunciones, el intervalo periódico de verticales, el armonioso ritmo de las horizontales, la multiplicación, el orden. A medida que libero mis sentidos, como un Champollion enajenado, empiezo a descubrir los matices, las discordancias, la incisiva singularidad de cada una. Con fatal clarividencia descubro que, por una razón que nos elude, tendemos a obliterar la minuciosa enumeración de pormenores hasta negar la individualidad misma. De alguna manera, preferimos conducirnos como si efectivamente se tratara de un conjunto de objetos idénticos que resultan intercambiables en cuanto expresión del cuadrado arquetípico.
Y esa es en definitiva la imagen que perdura, baldosas que conforman un todo inseparable, indistinguible, que es el piso, que es el baño, que es la casa donde vivo. Sospecho que así debe percibirnos la divinidad.
© Pablo Martínez Burkett, 2007
El presente texto resultó Finalista del I Concurso de Mini Cuentos “La Gran Calabaza 2007” y fue publicado en Revista MiNatura # 81, agosto 2007 y en el Diario El Tiempo de Azul, 20/07/2008.
Relojero, este es sin duda uno de mis favoritos.
ResponderEliminarGracias, Nola querida. Sabés que también lo es para mí. Por muchas razones. Y le viene peleando palmo a palmo al Dragón el título del libro. Gracias por tu permanente apoyo y comentarios. Un beso.
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