9 ½ PREGUNTAS DE TERROR
1.
¿Qué le causa
terror al hombre que convive con el escritor? ¿Tienes alguna fobia?
El
hombre que vive con el escritor aún guarda, muy a su pesar, un terror inusitado
a la oscuridad. Nunca falta, tampoco, la aversión a ver destellos de refilón o
escuchar ruidos raros. Y esto no por fabulero, sino porque estudiar psicología
te hace saber que cualquier puede pirar de un momento para el otro. Y si
hablamos de fobias... las arañas y los mimos (los payasos monocromáticos,
claro, el otro tipo de mimos no da fobia si están bien hechos).
2.
¿Por qué te has
dedicado a este género? ¿Qué o quién ha resultado una influencia en tu
escritura y en qué sentido?
El
interés por el terror nace de una infancia de ver películas afines al género y
crecer leyendo a R.L. Stine y Poe. Pero si te digo que Stine o Poe son los
responsables, te miento. El terror es seductor porque, a diferencia de
cualquier otro género, nos enfrenta a una parte que se repite (la itálica es intencional) a lo largo y ancho de nuestra
especie. Y no solo limitada a ello, también nos trasciende y toca a gran parte
del reino animal, sino a todos.
Te
hablé hace un rato de psicología y de miedo a la locura... en otra pregunta voy
a ahondar un poquito más.
3.
¿Eres de leer obras
de terror? ¿Cuál es tu obra favorita? ¿Un autor que quieras recomendarnos?
Sí.
No hay nada que cause más terror que una obra bien escrita. El cine de terror
hoy en día suele ser basura, y muchas veces el terror escrito tiene ese efecto
de reptar hacia los recodos más íntimos de nuestra consciencia.
Soy
un lector ávido de Lovecraft. Todo su universo literario me produce
escalofríos, pero no por su narrativa o sus creaciones.
El legado más importante de Lovecraft es, a mi parecer, su mano maestra al
momento de recordarnos que el terror es algo que ya estaba presente desde antes
de haber sido nombrado, teorizado, gozado. No me canso de repetir que el terror
no es un género que pueda teorizarse, y eso va a ser explicado más adelante. Ya
ves cómo todo apunta para el mismo lado.
Recomendaría
a los grandes del terror internacional. En otra época de mi vida. Hoy, luego de
conocer a un número enorme de escritores nacionales, puedo decir que hace meses
no toco un libro que no sea argentino. Entre los mejores del ámbito nacional
(que he leído, porque sé fehacientemente que muchas personas que no nombro son
excelentes autores/as. Pero me voy a atener a lo que conozco) puedo nombrar a
Narciso Rossi, Patricio Chaija, Ignacio Román Gonzalez, Nicolás Correa, Luciana
Baca (guarda que esta está loca) y Jeremías Vergara.
4.
¿Para ponerte a
escribir tienes alguna manía, un recurso ingenioso, un ritual o ceremonia?
No.
Mate, soledad y música. En una época también fumaba cigarrillos. Deje de
hacerlo porque hacen mal, ¿no?
5.
¿Trabajas conforme
un esquema o argumento fijado con antelación o prefieres dejar que una idea te
lleve? ¿Eres de hacer investigaciones previas, documentarte?
Los
personajes suelen llevarme para el lado que más les conviene. Puedo planificar
durante semanas un marco conceptual o una línea narrativa, pero de un momento
para el otro ellos te lo destrozan. Siempre tienen la última palabra, y está
muy bien que lo hagan, porque la historia no es mía, es de ellos.
En lo
referente a investigaciones, sí. Suelo escribir sobre otras épocas, y muchas
veces eso lleva a investigar sobre la tecnología, la geografía o la política de
dicho entonces. Muchas veces uno aprende más de lo que esperaría.
6.
¿Qué es lo más
difícil a la hora de narrar una historia de terror?
No
traicionarse a uno mismo, tirando toda la carne al asador de manera prematura.
Hay que tener paciencia con el escrito, dejarlo descansar, darnos la
oportunidad de reescribir y/o abandonar los planos preliminares para aceptar
las vueltas que dan los personajes. También escribir para uno, no pensando en
qué dirá el escritor sobre lo que decimos. Y este punto es crítico, para
cualquier historia. Como creadores del narrador tenemos que poder llevar al
lector de la mano, sin indicarlo a dónde apoyar cada pie. Es decir, facilitarle
el acceso a la historia, pero sin adueñarnos de ella y bajar línea en el proceso
(Por eso no suele gustarme tanto Stephen King).
7.
¿Dejas que el texto
se quede leudando y luego lo retomas para
corregirlo o corriges a medida que escribes?
Viene
en la línea de lo anterior. Siempre dejo descansar el escrito, es menester para
verlo evolucionar en algo más.
Edificamos siempre sobre lo ya edificado, nos sirve de soporte para saber a
dónde ir, cómo ir, cuándo ir y con quién ir.
8.
¿Por qué crees que
el terror es un género que sobrevive a las modas y que se reinventa a sí mismo
de edad en edad?
Retomando
las cuestiones anteriores, estoy convencido de que el terror es un género para
nada genérico. Tiene la gracia de reinventarse cada vez porque encarna en el
arte lo que socialmente no podemos procesar a nivel psicológico. Sabemos, desde
el psicoanálisis, que existe el "inconsciente". Eso lo sabe
cualquiera. Pero lo que no suele saberse es que no todo es
inconsciente-consciente; y eso es porque el inconsciente, aunque sea morada de
nuestros deseos más íntimos y nuestra parte menos civilizada, funciona en sus
procesos como un lenguaje.
El terror viene en otra línea, y dicha
línea es de aquello que no obedece a la simbolización de ninguna manera. Por
qué jamás vamos a dejar de sentir terror, es una pregunta que se responde
apelando a la base biológica del ser humano: Porque somos bichos, aunque
pensemos. Somos animales y ante la amenaza de lo desconocido reaccionamos
automáticamente. Nadie piensa racionalmente
cuando su cuerpo se pone en piloto automático y decide escapar. Y eso obedece a
una regla fundamental: Si la cultura y la civilización están dadas por la
introducción del lenguaje, hay un resto que escapa, naturalmente, a toda
simbolización posible. Ahí está el terror.
Nuestra
lucha por escribir, filmar, componer, diseñar terror no es más que una función
asintótica que jamás logra capturar la esencia de lo que pretende describir.
Porque el verdadero terror no es arte ni palabra, es acción ante el peligro.
9.
Es un estereotipo
generalizado creer que el escritor de terror es una persona, como mínimo, con
sus rarezas… ¿Es así en tu caso?
Estoy
orgulloso de decir que soy un pibe raro. No me visto de manera estrambótica, no
me disfrazo, tampoco consumo cosas raras; nomas tengo un torrente continuo de
ideas y/o concepciones raras en la cabeza.
½
¿Qué piensa tu familia acerca de las historias que escribes?
Están felices de
que escriba. Provengo de una familia de docentes, así que las pone contentas.
Pero más de una vez me ha preguntado mi vieja "¿Por qué te gustan esas
cosas, hijo? ¿No hay nada más lindo para escribir?".
Rubén Risso (Pergamino, Buenos
Aires, 1990) es Licenciado en Psicología (UBA), escritor y diseñador gráfico.
Publicó El Jardín de los Lobos (Autores de Argentina, 2015) y su re-edición en
noviembre del mismo año (Thelema, 2015). Ha participado, además, en los tomos
Mala Sangre, Entre Dientes y Naturaleza Muerta de la colección Pelos De Punta
(2015/2016). Forma parte del equipo editorial Pelos De Punta.
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