9 ½ PREGUNTAS DE TERROR
1.
¿Qué le causa
terror al hombre que convive con el escritor? ¿Tienes alguna fobia?
Tengo
que admitir que soy una persona miedosa. Podría decir que mi principal miedo
tiene que ver con las enfermedades, pero la hipocondría no es más que una forma
de la paranoia, al menos para mí. Además, hace menos de un año me
diagnosticaron cáncer testicular (me operaron de urgencia y, gracias a Dios,
todo viene saliendo muy bien), hecho que, curiosamente, contribuyó a bajar los
niveles de ansiedad en relación con los padecimientos del cuerpo. Supongo que
enfrentarte con tu peor pesadilla hace
que muchas cosas se relativicen.
2.
¿Por qué te has
dedicado a este género? ¿Qué o quién ha resultado una influencia en tu
escritura y en qué sentido?
Dedicarme
al terror resultó un movimiento natural para mí. No fue una decisión
consciente. Simplemente me salen esas cosas, esas historias. Soy una persona
que se la pasa imaginando horrores prácticamente todo el día. Y no porque
quiera (de hecho, si pudiera cambiarlo, lo cambiaría). Se trata de una conducta
involuntaria, que no me agrada para nada. Ahora bien, si te la pasás imaginando
horrores, ¿qué vas a escribir? La literatura, en este sentido, es una respuesta
a mi forma de ser y, por suerte, funciona como catarsis.
Con respecto a las influencias, creo que me
nutro de todo lo que me rodea. Dejando de lado las influencias estéticas (que
son más concretas y específicas), todo influye en mi escritura: mi trabajo, lo
que leo en los diarios o veo en la televisión, mis amistades, mi familia… TODO.
De una manera u otra, lo que vivo termina colándose en mi escritura, consciente
o inconscientemente.
3.
¿Eres de leer obras
de terror? ¿Cuál es tu obra favorita? ¿Un autor que quieras recomendarnos?
Sí,
me gusta mucho el género. Mi autor favorito es Stephen King. Lo descubrí cuando
era adolescente y me ha acompañado durante todos estos años. Incluso, volviendo
a la pregunta anterior, lo considero mi principal influencia. Entre sus
novelas, destaco (aunque podría mencionar muchas otras) Cementerio de animales,
It, Duma Key, Un saco de huesos y su última novela publicada en Argentina,
Revival. Y con respecto a otros libros (evitando los clásicos, que siempre son
recomendables), me gustaría destacar La dama número trece de José Carlos
Somoza, NOS4A2 de Joe Hill, Las ruinas de Scott Smith y Muerde Muertos de José
María Marcos y Carlos Marcos (una verdadera joya argentina).
4.
¿Para ponerte a
escribir tienes alguna manía, un recurso ingenioso, un ritual o ceremonia?
No, para nada. Para que te des una idea,
tengo dos hijos chiquitos y vivo en una casa a la que no le sobra espacio. Por
eso, escribo donde puedo y cuando puedo, muchas veces en bares o estaciones de
servicio. Cualquier ceremonia está destinada a fracasar, me limitaría más de lo
que me ayudaría.
5.
¿Trabajas conforme
un esquema o argumento fijado con antelación o prefieres dejar que una idea te
lleve? ¿Eres de hacer investigaciones previas, documentarte?
Soy
de las personas que prefieren dejarse guiar por sus historias más que intentar
fijarles un camino. Por eso la escritura me divierte, porque no sé hacia dónde
me va a llevar. Generalmente empiezo con una idea, a veces bastante general e
imprecisa y a veces más concreta, pero siempre dejo que la escritura se expanda.
Incluso, cuando tengo algo sólido en mente, la escritura termina forjando sus
caminos y la idea inicial termina convirtiéndose en otra cosa, sin lugar a
dudas mejor. Y con respecto a documentarme, sí lo hago, pero sólo cuando es
necesario y en la medida justa. No me gusta exagerar con la información que
doy. Para mí, los datos (históricos, científicos, etc. etc. etc.) siempre
tienen que estar subordinados a la historia que se cuenta. Cuando los datos son
excesivos, la historia suele ser aburrida, y no hay nada más imperdonable en la
literatura que una historia aburrida.
6.
¿Qué es lo más
difícil a la hora de narrar una historia de terror?
Depende
de la historia. El oficio de narrar no es siempre el mismo. Hay historias que
salen de un tirón, como si ya estuvieran escritas en otra parte y nosotros sólo
las copiamos, y otras que se resisten. De la misma manera, hay días en que
sentimos que todo sale con facilidad y días en que no podemos escribir una
oración sin sentir que estamos escribiendo porquerías. Teniendo en cuenta mi
propia experiencia, lo más difícil muchas veces no tiene que ver con el acto
mismo de escribir, sino con el hecho de encontrar el tiempo (y las fuerzas)
para hacerlo.
7.
¿Dejas que el texto
se quede leudando y luego lo retomas para
corregirlo o corriges a medida que escribes?
Las
dos cosas. Corrijo a medida que voy escribiendo y, una vez que termino el
relato, lo dejo durante un tiempo (un mes, más o menos) y después lo vuelvo a
corregir. Trato de corregir mucho, y siempre que releo algo encuentro cosas que
mejorar. Supongo que si no lo decidiera de manera consciente, nunca terminaría
de corregir.
8.
¿Por qué crees que
el terror es un género que sobrevive a las modas y que se reinventa a sí mismo
de edad en edad?
Porque
el miedo sobrevive a las modas y siempre encuentra nuevas formas de atormentarnos.
9.
Es un estereotipo
generalizado creer que el escritor de terror es una persona, como mínimo, con
sus rarezas… ¿Es así en tu caso?
Supongo
que tengo mis rarezas, aunque creo que todo el mundo tiene las suyas. La única
diferencia es que yo las uso para escribir historias, cuando otras personas las
usan para otras cosas o simplemente para pagarle a un psiquiatra.
½ ¿Qué
piensa tu familia acerca de las historias que escribes?
Generalmente, a mi
familia no le gusta lo que escribo. Ellos cometen el error de creer que todo lo
que piensan y hacen mis personajes yo lo pienso y lo quiero hacer, y teniendo
en cuenta que escribo terror, eso sin lugar a dudas puede ser inquietante.
Ignoro si a las familias de otros escritores les pasa lo mismo, pero en mi caso
es así. Por eso tuve que resignarme a que casi nadie de mis afectos me lea.
“Nadie es profeta en su tierra” dicen, y en mi caso se cumple al pie de la
letra.
Lucas Berruezo (Buenos Aires, 1982) es Licenciado
en Letras (UBA), docente y escritor. Prologó las antologías de cuentos
fantásticos y de horror Mundos en
tinieblas (Galmort, 2008 y 2009) y participó, junto a escritores como
Alberto Laiseca, Luis Mey y Liliana Bodoc, en Haikus Bilardo (Muerde Muertos, 2014) de Fernando Figueras y José
María Marcos. Es autor de la novela de terror fantástico Los hombres malos usan sombrero (Muerde Muertos, 2015). Sus cuentos
y artículos circulan por la web en distintas revistas, como Insomnia y Axxón. Gestiona El lugar de
lo fantástico, un espacio dedicado a la literatura y el cine de terror.
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